lunes, 9 de febrero de 2009

La “Cenicienta” de Caracena.

El pueblo de Caracena (Soria), es conocido por su templo de San Pedro y la preciosa galería porticada que atesora. Pero allí hay otro templo románico, el de Santa María, un hermano pobre al que pocos visitan.
Y se comprende el por qué, nadie se ha molestado en restaurarlo aunque si en injuriarlo. Sus muros enfoscados, no invitan a la aproximación. Sin embargo, si venciendo el prejuicio estético nos llegamos a él tendremos una agridulce sorpresa. Porque el edificio, a pesar de los destrozos, abandonos y saqueos, conserva todavía algunos elementos que denotan la riqueza que debió poseer. Y la riqueza que, de seguro, todavía oculta bajo capas de yesos y encalados.
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La sencilla portada sur, ha sido cobijada bajo un artificioso y rústico porche, para lo cual se han tapado parte de sus arquivoltas y columnas. Ello estropeó la portada, pero no impidió que los amigos de los ajenos “afanasen” los capiteles figurados. Eso sí, se supone que el porche ha protegido la portada del clima...
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En el ábside, enfoscado como todo lo demás, se abre una magnífica ventana, con capiteles de animales fantásticos, que sólo por las primorosas arquivoltas, de entrelazos, ya merecería una cuidadosa conservación. Sin embargo, una grieta ha partido el muro, separando los sillares, como un aviso sobre la ruina que viene.
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La portada norte, la más rica del templo, ha sido cegada con sillares, ya que da al cementerio. Antaño tuvo también su porche “protector”, pero ahora solo muestra los mechinales de las vigas que lo sostuvieron antes de hundirse. Y, como no, diversas lápidas y cruces han aprovechado justo esta zona para reposar recordando a los vecinos que ya no están.
El edificio, guarda todavía algunas otras piezas arquitectónicas interesantes, pero permanecen escondidas. Quizá salgan a la luz, cuando la ruina del templo se haga realidad y los muros, al derrumbarse muestren aquello que los siglos y las gentes ocultaron.
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A quien corresponda. ¿Tendrá que venirse abajo este templo, sin haber sido restaurado, para que los lamentos del personal le muevan a hacer algo en su favor? La lógica mercantil dice, que es en beneficio de los habitantes del lugar que aquí existan dos monumentos románicos, en lugar de uno, pues ello representará más atractivo turístico. Y usamos tal argumento monetario, por ver si eso le mueve a actuar, ya que los argumentos puramente culturales parecen hacer escasa mella en su determinación de ignorar la triste realidad de tantos y tantos monumentos. Si aún así no hiciere nada, sea condenado a picota y cepo por tiempo indefinido.
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Salud y fraternidad.

3 comentarios:

mizo dijo...

Las cuentas son fáciles, se puede saber cuales son aproximadamente los ingresos que genera el turismo, que parte corresponde al otro monumento privilegiado y calcular en cuanto se incrementaría con la suma de otro punto interesante que visitar.
La publicidad se podría multiplicar por mas del doble y si merece la pena, pues ¡hala! a restaurarlo.
Mira, oye, a mí esto de mezclar la cultura con el dinero me deprime un poco.
Creo que mejor picota y cepo si es que no se puede hacer por las buenas, con un poco de iluminación, aunque sea celestial.
Saludos.

Alkaest dijo...

No te preocupes, Mizo, yo sólo insinuaba lo de las ganancias turísticas como un cebo, para la insaciable voracidad de "las autoridades competentes".
Después de todo, a los amantes del arte deben darnos igual los motivos de restauradores y conservadores, siempre que sirvan al propósito de preservar, en condiciones optimas, el patrimonio.
Se roba y derrocha tanto capital público, en cosas inútiles, que un poco de mercantilismo, legal, sería perfectamente asumible, a cambio de salvar algunos monumentos.
Puede que sea cínico y prosaico, sí, pero práctico.

Salud y fraternidad.

Rubén Oliver dijo...

Estoy con Alkaest,da igual el motivo,si se restaura,aunque sea abriendo un restaurante al lado,como es bastante habitual.
Ya que no sabeis hacerlo por decencia propia,al menos hacedlo por dinero.

Saludos.